A veces, las joyas más valiosas no son las que llevan diamantes, sino las que llevan memoria.

Hoy queremos presentarte una de las adiciones más especiales a nuestra colección de regalos con propósito: las Pulseras de Werregue y Cobre, tejidas por las manos maestras del Grupo Maach Den.

Raíces que caminan: De Chocó a la Capital

"Maach Den" significa "La Gente" en lengua Wounaan. Y esta gente es un ejemplo vivo de fortaleza. Este grupo está compuesto por 40 artesanos que, aunque llevan el río San Juan y la selva del Chocó en la sangre, hoy tejen su historia desde la localidad de Ciudad Bolívar, en Bogotá.

Desplazados por el conflicto, no dejaron atrás su saber; se lo trajeron con ellos. En la ciudad, su técnica ancestral se encontró con nuevos materiales, dando vida a una fusión única.

La Fusión: Fibra y Metal

Estas pulseras son el resultado de un diálogo entre lo orgánico y lo brillante. Las artesanas toman la palma de Werregue —la fibra por excelencia de su cultura— y la entrelazan con hilos de cobre.

El resultado es una pieza de joyería natural que brilla con luz propia:

• Al usar fibras vegetales, el tinte natural varía sutilmente en cada fibra. Como dicen ellas: "No hay dos atardeceres iguales en el Chocó, ni dos pulseras iguales en Habibi".

• Inspiradas en los frutos de la tierra, las encuentras en colores vibrantes, los hemos llamado: Pitaya Punch (fucsia vibrante), Grape Bellini (morado profundo) y Berry Spritz (rojo intenso).

• Tienen el tamaño perfecto, son delicadas pero resistentes, perfectas para usar solas o apiladas (stacking).

Más que un accesorio, un apoyo

Llevar una de estas pulseras es llevar un símbolo de comercio justo. Con tu compra, apoyas directamente la economía de estas 40 familias, permitiendo que las nuevas generaciones Wounaan vean en su herencia cultural un futuro digno y competitivo.

Un regalo con alma, ya sea para ti o para sorprender a alguien, cada pulsera llega en nuestro empaque listo para regalar. Es un detalle pequeño en tamaño, pero gigante en significado.